Léase de forma irónica, por supuesto.
Durante todo el día de ayer (que pena no haber podido sacar un rato para escribir este post), la página web del Congreso de los Diputados ha sido el tema más comentado en mi trabajo. La mofa es insuperable.
No es que me considere un experto en Internet ni en el desarrollo de webs, pero mi escasa experiencia de unos años me hace ver que esa web no vale 14.304.113 euros… sí, sí, has leido bien, MíS DE 14 MILLONES DE EUROS.
Y por qué no? La verdad es que es sencillo, porque no.
El diseño la verdad es que mejora mucho lo anterior y si que se adapta mucho más a una web «moderna», pero hay cosas que no se pueden permitir, y menos por ese dinero.
Me gustaría repasar varias cosas que vi en la web… sin entrar en como es en su estructura, ni nada por el estilo, sólo en cosas que se pueden ver a primera vista.
Para empezar, que el buscador no funcione con Firefox, me parece descabellado porque un navegador que alcanza el 25% de las visitas de Internet, es para tener en cuenta y más si alguien se dedica profesionalmente a realizar una página web.
¿Y qué es eso de una portada de una web que pese más de 300kB? Pobres usuarios que accedan sin banda ancha… Aunque quizás nos lo expliquemos si miramos el código fuente de la web. Me quedé completamente sin palabras. El calificativo a utilizar sería caótico o quizás demencial. Me lo he guardado como recuerdo…
Y esa maquetación con tablas! Moderno, moderno…
La verdad es que no quiero perder más el tiempo, pero me parece increible como por más de 14 millones de euros, dos empresas del calibre de Indra y Telefónica hayan hecho semejante porquería. Se les debería caer la cara de vergüenza.