Este es uno de esos posts que pese a que creo que puede ayudar mucho, no me gustaría sufrir. Pero desgraciadamente, lo he sufrido y aquí va mi experiencia por si puede ayudar a alguien más.
La semana pasada mi Windows me la lió (para variar) muy gorda y perdí unos 450 gigas de información. Hay que dar gracias a que la mayoría de la información no contenia datos que me hiciesen falta en el día a día o que fueran únicos, de hecho, contenia alguna que otra copia de seguridad, pero a fin de cuentas, muchos gigas de información que no quería perder.
En particular, mi intención era convertir dos discos duros externos de 500 gigas de FAT32 a NTFS. La mayor pega es que a priori se pierde compatibilidad en Linux, pero solucionable gracias a ntfs-3g que será motivo de otro post. Pero la gran ventaja (y mi objetivo) es que podemos tener archivos de +4 gigas que es una limitación para FAT32. Para ello, volqué toda la información a uno de ellos, formateé el que quedaba libre, luego hice trasvase completo de uno a otro, formatear el otro y por último, dejar cada cosa en su sitio.
La teoría iba muy bien y la práctica también, aunque muy lenta porque estaban conectados por USB (2.0, menos mal). Pero justo en el último paso, cuando ambos discos duros estaban formateados y faltaba por dejar cada cosa en su sitio, se jorobó el plan. Resulta que me había llevado los discos al trabajo para que pudiese ir copiando poco a poco (hablamos que más o menos le costaba entre 4 y 6 horas copiar toda la info, con lo que lo podía dejar tranquilamente copiando mientras trabajaba) y como llegó el momento de irse a casa, en vez de apagar el ordenador, para mantener todas las ventanas, opté por dormirlo. Al llegar a casa, encendí todo de nuevo para continuar pero mira tú por donde, a Windows le dio por empezar a cargarse archivos y directorios de ambos discos duros. Mi única explicación al porqué hizo eso, es que cuando conecté los discos duros, lo hice al revés, es decir, donde estaba el disco 1 puse el 2 y viceversa.
Al margen de todo esto y fuera como fuere, el daño estaba hecho y empecé a buscar una solución. Probé con muchos programas incluyendo FinalData que otras veces me había funcionado muy bien, pero la verdad es que no conseguía resultados. Lo mejor que conseguía fue obtener que había miles de ficheros, reconocía la extensión, pero los renombraba, con lo que el tema se complicaba mucho… hablamos de muuuuuchos gigas y muuuuuucho ficheros, una locura.
Pero fue aquí cuando llega nuestro gran heroe, R-Studio.
Con R-Studio, de una pasada, conseguí escanear toda la superficie del disco duro tanto en NTFS como en FAT32, a la vez (incluso permite EXT2/3 y UFS) y consiguió recuperarme aproximadamente el 95% de los ficheros. Con nombre y estructura de directorios, una maravilla. Únicamente creo que faltan unos 4 ó 5 ficheros grandes (que posiblemente estaban colocados al principio de la partición y se pisaron) y cambió de sitio algunos ficheros (5 ó 10, no más), pero la verdad es que no me importó, suficiente era con conseguir recuperarlos 😀
Eso sí, tuve que pinchar el disco duro por SATA al ordenador, ya que por USB, un escaneo de todo el disco duraba más de 6 horas, mientras que pinchado directamente en el SATA, unas 2 horas y media. Diferencia considerable, sobre todo teniendo en cuenta que tuve que escanear varias veces (las dos primeras por «cagarla» al manejar el programa) y que luego había que recuperar los datos, con lo que había que copiarlos. La pena fue no tener otro SATA libre, me hubiese venido de perlas, pero bueno, la placa sólo tiene 2 y uno lo tenía cogido con el disco duro que tiene el arranque.
Espero que tras este peazo de post, a alguien le pueda venir bien. Sólo me queda añadir que este programa es del mundo Windows, para que no lo busqueis para Linux o Mac.
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